¿Cuáles son los síntomas del Helicobacter Pylori?

El Helicobacter pylori (HP) es una bacteria descubierta en el año 1983, que infecta la mucosa del estomago y duodeno, relacionada con el origen de  enfermedades gastrointestinales como gastritis crónica, úlcera gástrica o duodenal y con algunos tumores.
La infección se suele adquirir en la infancia, afecta a dos tercios de la población mundial de todas las edades, es mas frecuente en países en vías de desarrollo. Hay estudios que indican prevalencias en población sana de hasta un 60%. La vía de transmisión parece ser a través del agua o alimentos o por contacto directo de boca a boca, propagándose entre las personas que conviven o comparten comida.
Una vez se ha adquirido la infección, la mayoría de los infectados no presentará nunca síntomas. En ocasiones puede producir irritación en el estomago o gastritis que se puede manifestar por acidez, náuseas, sensación plenitud, hinchazón abdominal; otras veces producirá úlceras digestivas; la infección por HP está asociada con el 90-95% de las úlceras duodenales y el 70% de las úlceras gástricas. En casos más excepcionales se relaciona con cáncer de estómago, siendo la causa principal identificada este tumor, sobretodo del linfoma gástrico MALT.
El diagnostico se realiza mediante pruebas como el test de aliento, prueba que consiste en analizar el aliento del paciente tras haber ingerido una sustancia llamada urea marcada con un isótopo no radiactivo El HP trasforma la urea en CO2 y amoniaco. El  CO2 marcado pasa a sangre y se elimina por los pulmones siendo detectado en el aire espirado.
Otros métodos de diagnostico son la endoscopia gástrica, método invasivo que permite tomar muestras de mucosa del estomago para su estudio y que es la forma más exacta de diagnosticar el HP. El análisis de heces buscando antígenos del HP  o un análisis de sangre realizando serología en busca de anticuerpos contra HP.
Los expertos en la actualidad no recomiendan el uso generalizado de estas pruebas para detectar la infección por HP.  Está indicado realizar el diagnóstico con el fin de instaurar tratamiento erradicador si se constata la presencia del HP, en personas con úlceras gástricas o duodenales activas, gastritis atrófica,  en los que tengan antecedentes de úlcera y estén en tratamiento con AINE (antiinflamatorios no esteroideos), tras cirugía de cáncer o linfoma gástrico, en parientes de primer grado de pacientes con cáncer gástrico, o en sujetos en tratamiento con ácido acetilsalicílico (aspirina) a dosis bajas que hayan tenido úlceras o hemorragia digestiva.
En pacientes dispepsia no ulcerosa; sujetos con síntomas digestivos altos (acidez, ardor, malestar en boca del estomago, meteorismo, flatulencia) con endoscopia es normal donde se detecta HP, en la actualidad no se recomienda la erradicación, tampoco en los que presenten reflujo gastroesofágico, salvo que tengan una úlcera gastroduodenal.

El tratamiento habitualmente consiste en la combinación de dos antibióticos junto con un protector gástrico durante una semana. A partir de las 4 semanas de la erradicación se realizará un prueba diagnostica, generalmente el test del aliento, para la confirmación de la eliminación de la bacteria.
Como medidas profilácticas para evitar la propagación de la infección se recomienda lavarse las manos después de usar el baño y antes de comer, comer alimentos preparados adecuadamente, beber agua de fuentes limpias y seguras.

EL ACV, ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR.

Los derrames cerebrales son los responsables de la muerte de al menos cinco millones de personas en todo el mundo cada año y de la discapacidad de muchos otros. En la Argentina se produce un ACV  cada cuatro minutos. Si actuás ahora, hay mucho que podés hacer para detener un accidente cerebrovascular antes de que ocurra.

Que debemos saber:

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Como lo podemos prevenir.

Estrategias clave para la prevención




1. Reducí tu presión arterial.

Si tu presión arterial es superior a 120/80, el riesgo de padecer un derrame cerebral es significativamente mayor que el de una persona con una presión arterial más baja. ¿Por qué? La sangre se mueve más rápido a través de las arterias y las venas, y este ritmo precipitado representa una triple amenaza. Daña los vasos sanguíneos del cerebro y de las arterias carótidas del cuello que suministran sangre con oxígeno vital a las células cerebrales. También crea protuberancias en estas arterias, que pueden sufrir rupturas, y puede hacer que las arterias se engrosen hasta cerrarse por completo. Por cada 5 puntos que reduzcas tu presión arterial disminuirás el riesgo de un ACV en un 42 por ciento o más. La estrategia funciona a cualquier edad. Quizás ni siquiera sea necesario que tomes un medicamento para alcanzar un nivel óptimo. Si tu presión sistólica está entre 120 y 139, o si tu presión arterial diastólica oscila entre 80 y 89, tenés prehipertensión y muy buenas posibilidades de reducir tu presión si adelgazás, hacés ejercicio y seguís una dieta saludable con poca sal y muchas frutas, verduras y lácteos descremados.



2. Reducí el colesterol malo.

Tener demasiado colesterol LDL dañino en el torrente sanguíneo inicia el proceso que lleva al desarrollo de vetas grasosas y espesas de placa dentro de las paredes arteriales, incluidas las fundamentales arterias carótidas que irrigan el cerebro. Estas arterias pueden volverse tan estrechas con el tiempo que hasta el coágulo más pequeño puede obstruirlas. Reducir el LDL con una alimentación baja en grasas más un medicamento con estatinas reduce esta peligrosa placa y protege el cerebro.  La mejor estrategia pare reducir el LDL: comenzá con una dieta baja en grasas saturadas y rica en frutas, verduras, granos integrales y productos lácteos descremados. Disminuí el consumo de carnes rojas grasas, helado y productos lácteos enteros como el queso. Bajá de peso… ¡Y hacé ejercicio! Si tus niveles siguen altos (un nivel de LDL ideal debe ser menor a 100 mg/dl; más bajo todavía, 70 mg/dl, si tenés diabetes o antecedentes de enfermedades cardíacas), preguntá a tu médico si debés comenzar a tomar un medicamento con estatinas. Si ya tuviste un accidente cerebrovascular, tomar este medicamento puede ayudarte a reducir en un 16 por ciento el riesgo de tener un segundo derrame.


3. Ejercitate diariamente y comé nueces.
Estas estrategias pueden elevar los niveles del colesterol HDL, el colesterol bueno que elimina el LDL del torrente sanguíneo. El nivel mínimo de HDL saludable para las mujeres es de 50 mg/dl y para los hombres, de 40 mg/dl. Pero, si es más alto, será mejor para el cerebro.


4. Evitá las hamburguesas y la cerveza.
Hace poco tiempo, los expertos descubrieron que los triglicéridos, otro tipo de grasa corporal, son muy peligrosos para el cerebro. Una lectura de triglicéridos saludables debe estar por debajo de 150 mg/dl. Para controlar los triglicéridos, perdé peso y evitá las bebidas alcohólicas; optá por pescado asado u horneado en lugar de hamburguesas; y usá aceite de canola y de oliva para reemplazar la manteca. También es importante reducir el consumo de carbohidratos refinados (que se encuentran en el pan blanco, los dulces, los productos de copetín y las bebidas azucaradas).


5. Dejá de fumar.
Fumar tan solo 10 cigarrillos por día aumenta el riesgo de tener un derrame cerebral en un 90 por ciento, aun si los niveles de colesterol y presión arterial son bajos. La nicotina, el monóxido de carbono y un cóctel de otros químicos presentes cuando se quema tabaco endurecen las arterias, acumulan más placa dentro de las paredes arteriales y hacen que la sangre tome una consistencia más pegajosa y más propensa a formar coágulos. Dejá de fumar hoy mismo y tu riesgo de un accidente cerebrovascular comenzará a disminuir de inmediato; en apenas cinco años su riesgo será igual al de una persona que nunca fumó.


6. Controlá los latidos del corazón.
La fibrilación auricular (FA), cuando las cámaras superiores del corazón tiemblan en lugar de latir de manera firme y constante, cuadriplica el riesgo de desarrollar un accidente cerebrovascular. Afecta a 1 de cada 25 personas de más de 65 años y a 1 de cada 10 personas de más de 80 años. Una FA permite que la sangre se acumule en el corazón y forme coágulos; un latido cardíaco fuerte puede lanzar un coágulo hacia el cerebro y provocar un derrame cerebral. Si tenés más de 65 años, pedile a tu médico que evalúe su riesgo de tener fibrilación auricular. Simplemente controlar el pulso y auscultar los latidos del corazón puede ser suficiente, aunque es posible que necesite un examen sencillo y de bajo costo llamado electrocardiograma (conocido como ECG).


7. Tomá una dosis baja de aspirina todos los días.
Si ya has tenido un accidente cerebrovascular o si sos una mujer con un alto riesgo de tener un derrame, tomar un comprimido de aspirina de baja dosis todos los días podría proteger tu cerebro. Preguntale a tu médico si el tratamiento con dosis bajas de aspirina sería apropiado para vos.    

Complicaciones de la Gastritis

Metaplasia intestinal gástrica


Es una enfermedad crónica del estómago caracterizada por una transformación de la mucosa normal hacia un epitelio parecido al del intestino delgado, debido a un proceso inflamatorio agravado y persistente (gastritis crónica, atrófica, etc.).

La metaplasia es un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer gástrico,
se considera una enfermedad pre-neoplasica de ahí la importancia de su tratamiento y control endoscópico periódico.

La metaplasia intestinal gástrica es un hallazgo histológico frecuente en pacientes adultos, generalmente relacionado con infección por Helicobacter Pylori, una bacteria que se desarrolla en el interior del estómago y que produce alteraciones en la mucosa gástrica.



Las glándulas gástricas pueden sufrir cambios morfológicos importantes en la gastritis crónica. La llamada metaplasia intestinal denota o implica la transformación de las glándulas gástricas en otras con aspecto genético de intestino delgado con glándulas de la mucosa del intestino delgado. Los cambios metaplásicos pueden variar en su distribución desde zonas parcheadas a una afectación extensa del estómago.

Lo más destacado de estos cambios descritos es que la llamada metaplasia intestinal es un importante factor de riesgo para desarrollar graves problemas de estómago (cáncer gástrico). La gastritis atrófica multifocal y la atrofia gástrica con su metaplasia subsiguiente se han observado en pacientes con gastritis crónica inducida por Helicobacter pylorii.

Con el tratamiento erradicador del Helicobacter la metaplasia podría revertir, al menos en parte, los pacientes con metaplasia deben revisarse endoscópicamente, generalmente con carácter anual. Estas revisiones permitirían tratar a tiempo las hipotéticas posibles complicaciones de la metaplasia como el cáncer gástrico. 

DISPEPSIA FUNCIONAL: ¿QUE ES Y COMO LA TRATAMOS?



La dispepsia funcional es un cuadro clínico multifactorial, generalmente recurrente, caracterizado por la presencia de signos y síntomas que producen malestar o disconfor en el abdomen superior.

De acuerdo a estudios estadísticos realizados, aproximadamente un 60% de la población sufre o ha sufrido episodios de dispepsia  en algún momento de su vida.

Los síntomas más comunes de la dispepsia funcional, son:  Sensación de plenitud gástrica, dolor de estómago después de comer,  distensión estomacal,  nauseas, eructos,  presencia de acidez,  ardor  y  dolor detrás del pecho, ocasionado por el ácido gástrico que sube hacia la boca, signo conocido como reflujo gastroesofagico y que se manifiesta por ardor o pirosis. Muchos pacientes lo describen como la sensación de tener una brasa o fuego detrás del pecho y de sentir gusto a vinagre en la boca.

Debido a la presencia de estos síntomas, los pacientes tienden frecuentemente a disminuir y o seleccionar los alimentos habituales, tratando de aliviar sus síntomas y mejorar su estado digestivo. A veces por esta razón presentan una preocupante disminución del peso corporal, motivo que los pone en alarma y determina la consulta con su médico.

Los síntomas y signos presentes en la dispepsia, pueden también presentarse en otras enfermedades por lo que el profesional tratante, tendrá que realizar estudios de laboratorios, radiográficos y endoscópicos para descartar esta otra posibilidad.


Actualmente se puede clasificar a la dispepsia, de acuerdo al predominio de alguno de sus signos o síntomas en:

Dispepsia de tipo ulceroso, de tipo reflujo y de tipo dismotilidad.

Dispepsia de tipo ulceroso: Aquí los síntomas son similares a los presentes en el caso de una úlcera estomacal o duodenal, y son fundamentalmente el dolor y ardor en el estómago, la presencia de acidez y la sensación de falta de una buena evacuación del estómago después de comer (Sensación de plenitud gástrica). También son frecuentes los eructos que al ser eliminados, disminuyen la sensación de distensión estomacal. Recordemos que a diferencia de los pacientes que tienen úlcera gástrica o duodenal, los pacientes con dispepsia de tipo ulcerosa, solo tienen sus síntomas, no tienen úlcera.


La dispepsia de tipo reflujo, se caracteriza por presentar dolor y ardor detrás del pecho o retroesternal, debido a la presencia de mucho ácido que desde el estómago pasa al esófago llegando a veces a la boca provocando vómitos. También este tipo de dispepsia se manifiesta por la presencia de eructos y gases abdominales.


Por último la dispepsia de tipo dismotilidad: Aquí predomina fundamentalmente la falta de un buen tránsito de los alimentos desde que son ingeridos en la boca y que siguen su camino recorriendo el tubo digestivo hasta llegar a su digestión intestinal. El problema se presenta por una disminución o alteración en las contracciones musculares que arrastran los alimentos desde el esófago hacia el estómago y de este al duodeno y al resto del intestino.

Por tales circunstancias, la digestión de los alimentos no se realiza en el lugar y con los tiempos suficientes por lo que producen una formación de gases excesivos que provoca distensión abdominal, sensación de plenitud gástrica, saciedad precoz, falta de una buena evacuación del estómago, es decir, una mala descarga de los alimentos ingeridos. También son frecuentes los eructos tardíos o después de comer, nauseas etc.

Cabe destacar que este problema en las contracciones intestinales, es decir, en la motilidad digestiva, no solo sucede en el esófago, estómago y duodeno en este tipo de dispepsia, sino que comprende a todo el intestino delgado y grueso. Por esta misma razón muchos pacientes con dispepsia sub tipo dismotilidad presentan frecuentemente constipación.
En cualquiera de los subtipos descriptos, el estrés, juega un rol primordial en la génesis del síndrome dispéptico.


Recientemente, se ha comunicado en estudios realizados,  que la presencia en el estómago de una bacteria llamada Helicobacter pylori,  podría estar implicada en la producción del síndrome dispéptico. Si bien, en un considerable número de pacientes dispépticos la presencia de la bacteria Helicobacter pylori es positiva, existe otra cantidad de pacientes que no presentan infección por Helicobacter pylori en la mucosa gástrica, por lo que este tema es actualmente motivo de controversias.



Ante la certeza diagnóstica del Síndrome dispéptico, su médico le indicará seguramente en primer lugar un régimen higiénico dietético y medicación que podrá consistir según el subtipo diagnosticado en la administración de antiácidos o bloqueadores más potentes de la secreción ácida gástrica, la administración de proquinéticos o aceleradores de las contracciones del estómago, protectores de la mucosa esofágica y gástrica, así como otros moduladores de la motilidad esófago gastro duodenal, ansiolíticos y antidepresivos. Ante la sospecha de presentar este cuadro clínico, consulte a su médico.




  • PROQUINETICO:  Los procinéticos son medicamentos utilizados para mejorar el tránsito intestinal, mejorando la velocidad de vaciado y la función de los esfínteres. Principalmente son usados para tratar o prevenir el reflujo patológico, o para acelerar la absorción de ciertos medicamentos. Algunos de ellos también pueden ser usados para ayudar en el tratamiento de la náusea u otros síntomas asociados a la dispepsia. MOSAPRIDE, CINITAPRIDA O TRIMEBUTINA 1 COMPRIMIDO ANTES DE CADA COMIDA (20 MIN. ANTES).

  • DISMINUCION DE LA ACIDEZ GASTRICA:
o   Antiácidos reducen el efecto de (neutralizar) el ácido en su estómago. Pueden proporcionar un alivio rápido y a corto plazo. Muchos medicamentos de venta libre combinan diferentes antiácidos.
o   Bloqueadores de H2 reducen la cantidad de ácido que produce su estómago. Aunque no alivia los síntomas de inmediato, los bloqueadores H2 alivian los síntomas durante un período más largo que los antiácidos. Generalmente empiezan a trabajar en un plazo de una hora. Los ejemplos de bloqueadores H2 disponibles en venta libre son ranitidina.
o   Inhibidores de la bomba de protones reduce en gran manera la producción de ácido de su cuerpo. Trabajan muy bien para la acidez que no se alivia con antiácidos o bloqueadores de H2. Es posible que le tome un poco más de tiempo a un inhibidor de bomba de protones ayudarle con sus síntomas que un bloqueador H2, pero el alivio dura mucho más. Estos medicamentos son muy útiles para las personas que tienen acidez más de 2 días a la semana.

OMEPRAZOL / PANTOPRAZOL 1 COMP. DE 20 mg. A LA NOCHE.


  • SI PRESENTA INFECCION POR HELICOBACTER PILORY (POR BIOPSIA O ANALISIS DE SANGRE SEROLOGIA) El helicobacter pylori es una bacteria que tiene una relación directa con el desarrollo de la enfermedad gastroduodenal. La infección se adquiere en edades tempranas. En su patogenia desarrolla una respuesta inmunológica, la cual lleva a inflamación y erosión de la mucosa gástrica. DEBE RECIBIR TRATAMIENTO ANTIBIOTICO.



  • DIETA:
o   GASTROPROTECTORA (EVITAR GRASAS FRITOS DISMINUIR CONSUMO DE HARINAS, PASTAS Y PAN
o   FRACCIONADA (RESPETAR LAS 4 COMIDAS DESAYUNO, ALMUERZO, MERIENDA Y CENA EN PROPORCIONES ADECUADAS)
o   RICA EN FIBRAS (VERDURAS Y FRUTAS CRUDAS, HERVIDAS Y/O COMPOTAS; NO PAPA, BATATA NI BANANA)
SE SUGIERE CONSULTA CON EL SERVICIO DE NUTRICION.


  • HARINA DE SALVADO MOLIDO FINO: El salvado de trigo, que también se encuentra en forma de harina y en una variedad de productos de granos de salvado, es un componente clave de una dieta saludable. Según el sitio web MayoClinic.com, la fibra del salvado no sólo previene la constipación sino que además puede reducir la presión sanguínea, controlar los niveles de azúcar en sangre, ayudar a perder peso y puede reducir el cáncer de colon. Agrega salvado de trigo a tu repertorio de cocina para obtener beneficios saludables y para lograr un agregado esponjoso y con sabor a nuez a tus comidas.  (DE VENTA EN HERBORISTERIAS O DIETETICAS)
1 CUCHARADA CON CADA COMIDA DISUELTA EN CUALQUIER LIQUIDO, INCLUSIVE LAS COMIDAS. TAMBIEN SE PUEDE COCINAR AGREGANDO A LAS COMIDAS. DOSIS DIARIA DE 40 A 60 Gg. POR DIA (EQUIVALE A 3 – 4 CUCHARADAS SOPERAS POR DIA)

  • LIQUIDO: AGUA, INFUSIONES O JUGOS NATURALES, EN CANTIDAD DE 2 A 3 LITROS POR DIA.

  • VASELINA LIQUIDA, EN CASO DE CONSTIPACION O ESTREÑIMIENTO, SE UTILIZARA 1 CUCHARADA SOPERA A LA NOCHE, LA DOSIS Y LA FRECUENCIA AUMENTARA DEPENDIENDO DE LOS SINTOMAS.

  • LACTULON: EN CASO DE CONSTIPACION O ESTREÑIMIENTO 1 CUCHARADA SOPERA 3 VECES POR DIA.

  • EJERCICIO REGULAR: SE SUGIERE CAMINATA MINIMO 20 MINUTOS TODOS LOS DIAS

  • NO TOXICOS: NO ALCOHOL, NO CIGARRILLO.

  • NO IRRITANTES: NO PICANTES, NO CONDIMENTOS (EXCESO).

  • NO USAR PRENDAS AJUSTADAS.

  • NO ACOSTARSE DESPUES DE COMER: DEBE DEJAR TRANSCURRIR 45 A 60 MINUTOS.

  • CONTROL MEDICO PERIODICO: SE SUGIERE CONCURRIR CON TODOS LOS ESTUDIOS. _20 A 30 DIAS.

  • SUSPENDER ANTIINFLAMATORIOS : IBUPROFENO, DICLOFENAC, ETC.



FUENTE:

LOS VEGETALES Y SU COLOR


Una ayuda para recordar las propiedades de los vegetales y frutas según el color!!!¿Sabía usted que las frutas y hortalizas (F&H) han sido agrupadas de manera científica en cinco grupos de acuerdo a su color: rojo, amarillo/naranja, verde, rojo púrpura/morado, y blanco?
Revisemos los colores:


1.- Rojo: Las F&H rojas contienen licopeno, pigmento soluble en grasas que es químicamente un carotenoide y aporta el color rojo del tomate, patilla, guayaba, lechosa, toronja y grapefruit rosada, pimentón y ají rojo, etc., que son las principales fuentes de este potente antioxidante que no es sintetizado en el organismo y debe incorporarse a través de la dieta. Hay muchas evidencias científicas de su posible acción preventiva de cáncer de próstata. También se relaciona con una reducción del riego de enfermedades coronarias.
Hay otras F&H rojas como las fresas, cerezas, granadas, rábanos, que deben su color a las antocianinas, que son compuestos fenólicos (flavonoides) antioxidantes. Ayudan a reducir el riesgo de enfermedades del corazón, tienen efectos antitumorales, antiinflamatorios y antidiabéticos, además del mejoramiento de la agudeza visual y del comportamiento cognitivo.

2.- Amarillo/Naranja: Las F&H de este color, como la mandarina, piña, naranja, melón, lechosa amarilla, mango, melocotón, durazno, nectarina, albaricoque zanahoria, auyama, calabaza, maíz, etc., contienen muchos compuestos benéficos como los carotenoides (Beta y Alfa-Caroteno) que son antioxidantes muy efectivos. Estos compuestos promueven la visión al convertirse en vitamina A, fortalecen el sistema inmunológico y protegen contra el cáncer al prevenir el daño antioxidante.

3.- Verde: Las hortalizas verdes como el apio españa, perejil, cilantro, brócoli, vainitas, guisantes, lechuga, espinaca, contienen sulforanos, isotiocianatos e índoles que combaten numerosas enfermedades al estimular la formación de enzimas que pueden eliminar tóxicos y carcinógenos del organismo. Igualmente, contienen otros compuestos benéficos como ácido fólico (vit B9) que interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. Contiene también el mineral calcio y carotenos como la luteína que mantienen los huesos y dientes fuertes y también ayudan a la vista.
Las frutas como el kiwi, uvas verdes, limón, contienen vitamina C, otras vitaminas y muchos minerales. La vitamina C no puede ser sintetizada por el organismo, por lo que hay que obtenerla a través de la ingesta equilibrada de alimentos como las frutas verdes. La vitamina C ayuda al desarrollo de dientes y encías, huesos, cartílagos, absorción del hierro, crecimiento y reparación del tejido conectivo, producción de colágeno, metabolización de grasas, cicatrización de heridas. Y potencia el sistema inmune. Las manzanas y peras verdes se pueden incluir en este color, pero la mayor porción comestible es blanca.

4.- Rojo púrpura/morado: Las frutas moradas como las uvas moradas, moras, ciruelas frescas y secas, higos, zarzamoras, grosellas negras, arándanos morados, y las hortalizas moradas como la berenjena, repollo morado, cebolla morada, remolacha, contienen muchos compuestos benéficos pero sobresalen las antocianinas, polifenoles, resveratrol, que ayudan a la salud de la memoria y de las vías urinarias. Estos compuestos junto a otros bioflavonoides ayudan a prevenir los efectos del envejecimiento. También ayudan en la protección contra algunos tipos de cáncer. Contienen, además, vitamina C.

5.- Blanco: Las hortalizas: blancas que tienen un olor azufrado como el repollo blanco, coliflor, coles de bruselas, espárragos (blanco-verdoso), contienen sulforanos, isocianatos e indoles vinculados en numerosos estudios científicos a la reducción del riesgo de varios tipos de cáncer.
Otras hortalizas blancas como la cebolla, cebollín, ajo, ajoporro, hinojos, contienen sulfuro de dialilo (alicina), cuyos volátiles pasan al ambiente al ser cortados y nos hacen llorar. Estos compuestos nos ayudan a mantener niveles sanos de colesterol, a mantener la salud coronaria, y a evitar la formación de coágulos. Las frutas blancas como el cambur, guanábana, chirimoya, anón, coco, manzanas y peras, no contienen ni alilos ni compuestos azufrados, pero contienen muchas vitaminas y minerales como el potasio.
Recientemente se ha encontrado una relación entre las F&H blancas y un riesgo menor de accidentes cerobrovasculares, atribuido al contenido de quercetina, una molécula incolora del grupo de los flavonoides, que además de acción antioxidante tiene efectos antiinflamatorios. La inflamación se asocia al endurecimiento de las arterias característico de las enfermedades cardio y cerebrovasculares.
Adicionalmente, la mayoría de las F&H de todos los colores son muy ricas en fibra dietética, constituida por carbohidratos complejos que no se digieren, ayudan a las funciones intestinales, a prevenir estreñimiento, cáncer de colon y recto, diverticulosis, diabetes mellitus, obesidad, hipercolesterolemia. También, ayudan a mejorar el sistema inmune.


Así pues, agrupar a las F&H por color no parece ser una sobre-simplificación. ¿No creen? Adelante: ¡A pintar de colores su plato para una mejor salud!

FUENTE: medicinasnaturistas.com